una cartita de disculpas

Buenos días, princesa. ¡He soñado toda la noche contigo! Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Sólo pienso en ti, princesa. ¡Pienso siempre en ti!. Sé que te he fallado. No he estado a la altura de tu amor. Lo siento. No sabes cuánto. Te necesito. Esto sólo son palabras. No es mucho. Pero multiplica todas ellas por infinito y sabrás cuánto te quiero. Mi vida no tendría sentido sin ti. Por eso, cuando leas la última palabra, sonreirás, pensarás que estoy loco y estarás deseando abrazarme y darme un beso. Porque nuestros labios están hechos para pasar juntos todo el tiempo del mundo. Perdóname, pequeña

Comentarios

Entradas populares de este blog

La distancia nos separa, pero el corazón nos une.

Persona Prohibida